subrealismo político
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subrealismo político
Cuando yo era un ser que quería revolucionar el mundo... En una época en la que todo era mucho más fácil, la gente nos encuadrábamos según el color: unos eran amarillos, otros rojos, otros verdes... La sociedad española acababa de estrenar este invento tan importante de los griegos llamado “democracia”.
Los partidos de izquierdas tenían como consigna alcanzar eso que se dio en llamar “estado del bienestar”.
Demasiados años de gobierno socialista fue suficiente para darnos cuenta, que, en un alto porcentaje, la clase política, se apellide como se apellide, suele ir a la busca y captura de ventajas personales ( cuando no a la busca y captura de anacronismos históricos), y acabamos con una tasa de paro histórica para aquella época y un gran número de Ministros, Gobernador del Banco de España, Subdirector general de la Guardia Civil, etc... en Alcalá Meco, que llegó a ser la cárcel de moda en este país.
Posteriormente llegaron los amarillos, que acabaron, lo que antes comenzó, la mal llamada izquierda, privatizando, prácticamente, todas las empresas estatales rentables; porque eran, lógicamente, las únicas posibles de vender, y ello claro está, para financiar el endeudamiento público al que nos llevó una exagerada puesta en escena del referido “estado del bienestar”, que acabó siendo un estado del malestar.
Económicamente, España acabó en una época de bonanza; pero, como no podía ser de otro modo, otra idea de bombero retirado, esta vez de uno del partido amarillo de turno, nos intenta meter, con calzador, en una guerra, que según el derecho internacional público, al no estar respaldada convenientemente por una Resolución de la O.N.U., era totalmente ilegal y que, por otra parte, ningún español respaldaba. Erase una vez un mundo al revés...
Un atentado terrorista, uno de los más macabros y cobardes de la historia del mundo occidental, perpetrado por un grupo que nada tiene que ver con nosotros , hace cambiar el sentido del voto de los españoles y comienza el siglo de oro de las minorías sociales y de la demagogia política.
Tras una legislatura de desvertebración del mapa territorial diseñado en la Constitución Española de 1978 y tras una lectura a modo del gran Judini; el político de turno consigue torear al artículo 2 de la referida Ley de Leyes y respaldar un Estatuto de Autonomía, el Catalán, que habla de esa Comunidad Autónoma... de España, mal que les pese, como si fueran una Nación independiente, en el sentido extenso del término y en una clara bajada de pantalones del Gobierno Central, había que tenerlos contentos.. un tema, que por otra parte a nadie preocupaba, y que ya veremos la solución que pueda tener. Tenemos un paisano que es un genio.
Volvemos a sufrir una nueva Ley, “ La Ley de Memoria Histórica” que reabre el tema de una guerra civil, ya olvidada afortunadamente por todos, y que por otra parte en un país donde llegamos a un número de parados que ha batido el record guinness de todos los tiempos, era un tema que desde luego importaba bastante poco a los españoles, menudo genio de la lámpara. Se vuelve a resucitar este lenguaje, caduco, o creo yo debiera estarlo, de división radical entre la derecha recalcitrante y la izquierda de los trabajadores ( perdón, ¿parados?). Arriba, abajo, al Centro y pa dentro.... A mí me gusta el pinpiribinpinpin...No tenemos remedio. Menudo panorama.
Yo creo que deberíamos aprender de una vez, que esas personas a las que nosotros votamos y que se llaman políticos, están ahí para gestionar nuestros intereses y que cuando lo están haciendo mal, lo que tienen que hacer es irse o en cualquier caso echarlos nosotros en las generales de turno. Deberíamos creernos que somos un país democrático moderno y que de lo que se trata es de valorar si la gestión realizada por el Gobierno ha sido positiva o negativa, tapar con la mano izquierda las siglas del partido político que lo ha hecho y con la derecha escribir lo que realmente nos conviene. He dicho........
Los partidos de izquierdas tenían como consigna alcanzar eso que se dio en llamar “estado del bienestar”.
Demasiados años de gobierno socialista fue suficiente para darnos cuenta, que, en un alto porcentaje, la clase política, se apellide como se apellide, suele ir a la busca y captura de ventajas personales ( cuando no a la busca y captura de anacronismos históricos), y acabamos con una tasa de paro histórica para aquella época y un gran número de Ministros, Gobernador del Banco de España, Subdirector general de la Guardia Civil, etc... en Alcalá Meco, que llegó a ser la cárcel de moda en este país.
Posteriormente llegaron los amarillos, que acabaron, lo que antes comenzó, la mal llamada izquierda, privatizando, prácticamente, todas las empresas estatales rentables; porque eran, lógicamente, las únicas posibles de vender, y ello claro está, para financiar el endeudamiento público al que nos llevó una exagerada puesta en escena del referido “estado del bienestar”, que acabó siendo un estado del malestar.
Económicamente, España acabó en una época de bonanza; pero, como no podía ser de otro modo, otra idea de bombero retirado, esta vez de uno del partido amarillo de turno, nos intenta meter, con calzador, en una guerra, que según el derecho internacional público, al no estar respaldada convenientemente por una Resolución de la O.N.U., era totalmente ilegal y que, por otra parte, ningún español respaldaba. Erase una vez un mundo al revés...
Un atentado terrorista, uno de los más macabros y cobardes de la historia del mundo occidental, perpetrado por un grupo que nada tiene que ver con nosotros , hace cambiar el sentido del voto de los españoles y comienza el siglo de oro de las minorías sociales y de la demagogia política.
Tras una legislatura de desvertebración del mapa territorial diseñado en la Constitución Española de 1978 y tras una lectura a modo del gran Judini; el político de turno consigue torear al artículo 2 de la referida Ley de Leyes y respaldar un Estatuto de Autonomía, el Catalán, que habla de esa Comunidad Autónoma... de España, mal que les pese, como si fueran una Nación independiente, en el sentido extenso del término y en una clara bajada de pantalones del Gobierno Central, había que tenerlos contentos.. un tema, que por otra parte a nadie preocupaba, y que ya veremos la solución que pueda tener. Tenemos un paisano que es un genio.
Volvemos a sufrir una nueva Ley, “ La Ley de Memoria Histórica” que reabre el tema de una guerra civil, ya olvidada afortunadamente por todos, y que por otra parte en un país donde llegamos a un número de parados que ha batido el record guinness de todos los tiempos, era un tema que desde luego importaba bastante poco a los españoles, menudo genio de la lámpara. Se vuelve a resucitar este lenguaje, caduco, o creo yo debiera estarlo, de división radical entre la derecha recalcitrante y la izquierda de los trabajadores ( perdón, ¿parados?). Arriba, abajo, al Centro y pa dentro.... A mí me gusta el pinpiribinpinpin...No tenemos remedio. Menudo panorama.
Yo creo que deberíamos aprender de una vez, que esas personas a las que nosotros votamos y que se llaman políticos, están ahí para gestionar nuestros intereses y que cuando lo están haciendo mal, lo que tienen que hacer es irse o en cualquier caso echarlos nosotros en las generales de turno. Deberíamos creernos que somos un país democrático moderno y que de lo que se trata es de valorar si la gestión realizada por el Gobierno ha sido positiva o negativa, tapar con la mano izquierda las siglas del partido político que lo ha hecho y con la derecha escribir lo que realmente nos conviene. He dicho........
j.silva- Cantidad de envíos : 1
Fecha de inscripción : 07/02/2009
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